viernes, 14 de octubre de 2016

Sobre el Nobel a Dylan

Los premios Nobel son otorgados y financiados por una organización privada, que funciona a través de una fundación que especula en bolsa y genera ganancias, pero no paga impuestos (pueden agradecerle al gobierno sueco).
La fundación Nobel tiene inversiones en varios sectores, entre ellos la industria de armamentos, específicamente fábricas como Lockheed Martin, fabricantes de bombas de racimo.
El impacto de las bombas de racimo es tal sobre la población civil, que en 2008, en Oslo Noruega, se firmó la "Convención sobre Municiones en Racimo" por 65 países, que se comprometieron a no utilizarlas en sus conflictos armados.
¿Qué países no la firmaron? Ni Estados Unidos, ni Rusia, ni Israel... pero sí la firmó Suecia. Lo bonito de la fundación Nobel es que aunque tiene base en Suecia, utiliza capital en el mercado internacional, entonces se puede pasar por los huevos esta convención.
Con esto pasamos claramente a delimitar que los premios Nobel no son los premios otorgados por la humanidad a lo más alto de las artes o las contribuciones científicas. Punto.
El debate filosófico había quedado superado desde que en 1964, Sartré les dijo que se podían meter su premio burgués por el culo, aunque el mundo tardó hasta 2003 en darse cuenta que la fundación que otorga el Premio Nobel de la Paz invierte en bombas de racimo (que hasta esta década, sigue usando Israel contra los palestinos). Y sí, les preguntaron si les parecía contradictorio, y sí, contestaron que no.
Superado el punto de si la Academia Sueca representa a la humanidad o a sus inversionistas cuando declara Premios Nobel en Literatura, podemos pasar al siguiente punto.
¿Otorgar este premio a Dylan es transgresor y revolucionario?
Sí, si 2016 fuera 1968. El Rock está ya legitimado, hace mucho que pasó de ser "esa cosa que escuchan los jóvenes para sexualizarse y que sólo dice tonterías". Lo escuchan (hace mucho) los filósofos y los grandes escritores y ya tuvo impacto estético en la cultura.
Dylan tiene la fanbase suficiente para que esto genere una buena polémica de meses (que quede claro que esto se trata de mercados, no de apreciación artística). No así, por ejemplo, Leonard Cohen, que tiene una técnica de escritura (poesía es de lo que hablamos) mucho mejor que la de Dylan, más pulida y lo más importante, con más impacto en cuanto a este género literario, porque él intercala discos con libros de poesía. La cosa es... si se lo das a Cohen la gente primero va a preguntar, "¿quién?". Ese no es el impacto que querían lograr en esta nueva declaración de principios (de nuevo, estamos hablando de mercados).
Respecto a Dylan en lo personal.
El Dylan de la imagen, el que se vende culturalmente, es el Dylan de los 60's, cuando era relevante y su posición tenía algo de contracultura. No el cristiano de finales de los 70's y por supuesto no el cabrón hijo de puta que justifica los crímenes de lesa humanidad que comete Israel desde los 80's.
Así es, el Dylan anti belicista al que admiran, se murió en los 80's. Dylan lleva 30 años apoyando las guerras y los crímenes del estado de Israel.
Dylan es, para términos prácticos y respecto a lo que al mercado gringo corresponde, el anti-Roger Waters. La figura mediática que actúa en la industria, en contrapeso del Boycott cultural a Israel. Tanto que consiguió que los Rolling Stones tocaran en Tel Aviv en 2014.
Y ahora sobre la discusión de fondo que deberíamos estar teniendo: ¿Todo es literatura?
Sí y no.
Sí, la música hace contribuciones literarias. Sí, la poesía de las letras de Dylan son literatura, igual que los guiones de cine o los guiones del arte visual como las novelas gráficas. Sí, Rubén Blades y su post sobre Dylan y su argumento acerca de su propia contribución con su canción-cuento, está en lo correcto.
¿Por qué no?
Porque el arte visual se apoya en el diseño gráfico y en el dibujo, por lo tanto tiene reglas diferentes y cumple criterios diferentes.
Porque la música cumple requisitos melódicos que le permiten a la letra, alargar sílabas o vocales para cumplir la métrica. Porque los criterios técnicos incluyen la melodía.
Tan no se evalúan con los mismos criterios que la Academia Sueca salió a decir que para darle el Nobel "también se valoraron una recopilación de sus escritos y dibujos en 1973". Dude.
En el fondo lo que está culero es que todo el fenómeno mercadológico que genera el Nobel de Literatura sobre la venta de libros y aquello de conocer literatura de otros continentes no va a suceder. El premio es para un músico.
Y rematando con un chiste de Armando: Ahora Peña Nieto puede salir a decir que no ha leído 3 libros pero sí ha escuchado a Dylan. ¡Ja!

Lourdes Lorence Quiñones

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