viernes, 1 de enero de 2010

Una noche contemplando el cielo

Se me escapó el aliento por la ventana
y tratando de aferrarme a él, volteé al cielo.
Noche de guitarras, no de violines
de guitarras desgarradas
y yo las escucho y sonrío.
¿Cómo es que tocas para mí?
O lo imagino yo, tratando de vencer el miedo.
Porque el cielo en la noche es un enorme vacío,
siento el vértigo de su inmensa obscuridad,
la nostalgia de sus destellos, halo de fuegos pasados.
El cielo es incandescente y frío, inasible.

Me acuesto, cierro los ojos, quiero caer en él,
pero mi cuerpo se aferra a la tierra
en esta cruel combinación de masa y gravedad.

Lourdes Lorence Quiñones

3 comentarios:

  1. Me gustan tus palabras. Están afiladas como las nubes que cortan la madrugada.

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  2. Me gusta el blog. También soy de Morelos. Te sigo y te agrego a la lista de enlaces de mi blog. Nos leemos.

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  3. Muchas gracias a los dos. Y bueno, Davo, agregado en el facebook y ya te sigo también. Nos estamos leyendo =)

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