¿Qué pasa cuando el partido que pugna por elecciones limpias ensucia las propias? ¿Qué pasa cuando pide recuento de votos en las elecciones nacionales y no puede contar por primera vez los suyos? ¿Qué pasa cuando una situación así lo lleva a límite de la confrontación y al riesgo inminente de terminar con su proyecto? Se ve triste el asunto.
Construir el proyecto de izquierda mexicana de mayor amplitud, el PRD, costó muchas vidas de dirigentes sociales, muchas luchas que parecían llevar a ningún lado cuando el PRI era hegemónico y mucho esfuerzo de la gente que puso a su servicio su vida y su conocimiento para consolidarlo.
El problema es grave y no se desatora. En opinión de Arturo Núñez Jiménez, en entrevista posterior a su renuncia a la presidencia de
Se ve lejano el acuerdo. Jesús Ortega y su equipo buscan que la instancia que resuelva sea
El punto es que si cuenta
La crisis está a punto de estallarles en las manos. El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) se declaró incompetente para resolver la renuncia de los miembros de
Mientras ellos se rebaten en este punto, la sociedad ve como la izquierda practica activamente los peores vicios de la democracia mexicana. La alteración del padrón, la compra de conciencias, el acarreo, el voto corporativo, la injerencia de gobiernos locales, el relleno de urnas, la quema de boletas y para colmo, la falta de voluntad para limpiar las elecciones.
Es importante para el país contar con una opción política de izquierda funcional y activa. Este conflicto bien puede derivar en el rompimiento del PRD y en la escisión de las tribus que lo conforman. Triste se ve el panorama para el 2009 y peor para el 2012 si no lo resuelven. La experiencia nos enseñó que le conviene a la vida democrática del país contar con expresiones de oposición institucionalizadas.
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