viernes, 30 de enero de 2009

PEMEX, el falso debate

La estrategia del gobierno federal sobre el tema de la reforma energética da lugar a muchas suspicacias. No ha presentado una iniciativa, pero comenzó el debate al anunciar que venía pronto y esto le ha dado tiempo para medir la opinión de los mexicanos al respecto, a través de su instrumento favorito: las encuestas. Las que tienen en sus manos no favorecen una propuesta que lleve el nombre de privatización, entonces cuidan el discurso y le dicen “alianza”, “inversión de riesgo compartido” y demás conceptos holgados que les permitan finalmente proponer la legalización de lo que en la práctica ya permiten los Contratos de Servicios Múltiples.


La verdad es que sin la propuesta concreta, el debate puede basarse en un sinnúmero de suposiciones, por lo que no tenemos datos precisos para el análisis y la discusión. Sin embargo, el gobierno federal ya apuntaló su posición sobre un eje, que sí es posible discutir con cifras y datos duros. El objetivo de la inversión para exploración, tras el agotamiento del yacimiento de Cantarell, es el petróleo de las aguas profundas en el Golfo de México.


La secretaria de Energía, Georgina Kessel nos ofrece dos datos: México cuenta con reservas prospectivas por unos 53,800 millones de barriles de hidrocarburos (en particular en las aguas profundas del Golfo de México). Para explotarlas se requieren inversiones anuales por unos 14,500 millones de dólares y Pemex no los tiene.


Con base en estos dos argumentos, el gobierno federal lanzó su campaña promocional, en la que gastará alrededor de 152 millones de pesos en 2008 para convencernos de su propuesta, a través de un comercial -que nos habla de tesoros en aguas profundas- y de menciones desde programas de chismes y cotilleo en Televisa y TvAzteca.


El planteamiento suena lógico, se nos acaban las reservas probadas y hay que tener acceso al “tesoro en las aguas profundas” antes de que se agote Cantarell. Para hacer esto requerimos una cantidad exorbitante de dinero con el que PEMEX no cuenta y por si no fuera suficiente, los mexicanos no tenemos la tecnología para explotar yacimientos en estas condiciones.


Vaya dilema… y peor aún, Estados Unidos y Cuba ya están en la zona de aguas profundas y se van a acabar nuestro tesoro con el efecto popote, necesitamos entrar ya y no hay tiempo, ¿qué haremos? Alianzas con empresas privadas, propone Felipe Calderón.


Suena bien, nada más que las dos condiciones establecidas como premisas en el debate son falsas. De acuerdo con Francisco Garaicochea Petrirena, presidente del Grupo de Ingenieros Pemex Constitución del 17, la cantidad de reservas probadas en tierra, el litoral y aguas someras es de 30 mil millones de barriles, y México cuenta con la tecnología para explorar y explotar las reservas en estás zonas, además de que el proceso de extracción es de cuatro a cinco veces más barato que en aguas profundas.


Francisco Rojas Gutiérrez ex-director de PEMEX (en entrevista con Carmen Aristegui en su programa transmitido por CNN el martes 18 de Marzo) agrega otro dato, con las modificaciones fiscales aprobadas para PEMEX, la empresa acumuló 15 mil millones de pesos en 2006 y 2007 y acumulará otros 15 mil millones de pesos este año, que tendría disponibles para la inversión.


No es posible discutir la reforma energética sobre las bases de un silogismo dirigido a dejarnos sólo la opción de la inversión privada; es cierto, necesitamos modificar el marco legal de PEMEX, necesitamos dejarle recursos libres para construir nuevas refinerías y dejar de importar combustibles caros, necesitamos invertir en extracción y encontrar opciones viables para sustituir a Cantarell. Pero también necesitamos un debate serio para obtener una reforma que sirva al interés de los mexicanos.

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